22/9/09

Ponencia: LÍMITES DE LA PEDAGOGÍA: LA MIRADA VITAL DEL PSICOANÁLISIS, Prof. Liliana Candino

Carrera: Maestría en Educación. UNER.
Cohorte 2005-2006-Ushuaia-Provincia de Tierra del Fuego
Seminario: Pedagogía y Psicoanálisis
Docente: Ps. Norma Barbagelata.
Año: 2006

“Existe necesidad de reconocer la existencia del inconsciente y de sus mecanismos, para poder sentar que ocurre realmente en la práctica de enseñanza / aprendizaje, y cuales son las restricciones a la pretensión de conformación de la subjetividad.”
Roberto Follari

Presentación

Esta Cátedra vino a confirmarme que el Psicoanálisis sigue siendo una mirada necesaria en el escenario educativo y fue un dispositivo para empezar a pensar que son estos conceptos psicoanalíticos los que deben implicarse con intensidad cada vez más en las Instituciones Educativas, esencialmente en los sujetos referentes (Educadores) que se encuentran presentes en el montaje. Esto es, actores que jueguen a una apuesta vital, al reconocimiento de sujetos pedagógicos: seres emocionales, atravesados muchas veces por el dolor, otras tantas por la imposibilidad asignada por otros. Es este espacio pedagógico el que indiscutiblemente debe prometer otra cosa, el permiso al movimiento, un lugar para el cuerpo, la habilitación de la palabra, la reivindicación de la expresión en todas sus formas, el reconocimiento de la existencia de una ley que ordene, estructure y discrimine el campo de los objetos...
Considero un privilegio que Latinoamérica se siga pensando y aquí el Psicoanálisis ha sido y sigue siendo un participante activo, Argentina tiene una identidad psicoanálitica, nada es casual, seguimos cuestionándonos quienes somos, reflexionamos desde el origen y no solo desde nuestro aquí y ahora; la historia se impregna en el cuerpo y eso somos, ahí estamos para intentar despertar a otros de tanta negación...a la historia, al deseo, al cuerpo, al terror, a la palabra...y desde la Educación seguimos y seguiremos apostando para reconocer que la pulsión de muerte convive entre las paredes de nuestra escuela y nuestro territorio, y que la pulsión de vida será nuestra eterna conquista...

“El otro es el lugar donde se sitúa la cadena del significante que rige todo lo que, del sujeto, podrá hacerse presente, es el campo de ese ser viviente donde el sujeto tiene que aparecer...por el lado de ese ser viviente, llamado a la subjetividad, se manifiesta esencialmente la pulsión”
Jacques Lacan

Justificación

Muchas veces estamos de acuerdo en hablar de Pedagogía, otras tantas en reivindicar el Psicoanálisis, pero en pocas ocasiones reflexionamos acerca de la necesidad de atravesar la mirada psicoanalítica en nuestras opciones pedagógicas.
Y es que en las Instituciones no solo son los procesos cognitivos los que debemos evaluar, no solo es la apropiación del contenido la que debemos registrar a nivel de construcción gnoseológica, no podemos atenernos más a una grilla determinada de valores y actitudes... Algunas de mis preguntas son: ¿Cuándo nos preguntamos por el deseo de un sujeto?, ¿Dónde identificamos la pulsión por conocer o no conocer eso que pretendemos enseñar?, ¿Reconocemos un sujeto desexualizado por el conocimiento?, ¿Las experiencias de vida las tomamos como saberes previos de un sujeto?. Por otra parte me cuestiono si nos preguntamos a nosotros mismos, Docentes, Educadores, Pedagogos: ¿Cuál es nuestra relación con el conocimiento?, ¿Qué lugar ocupa el saber en nuestra experiencia de vida?, ¿Cuál es el vínculo con esos objetos de conocimiento que pretendemos enseñar?, ¿Qué nos pasa con nuestros alumnos?, ¿Creemos en la educación?. Sería interesante profundizar por dónde ha quedado nuestro deseo, qué hacemos para identificarlo o recuperarlo, poder esclarecer que nos pasa, que hay del atravesamiento del dolor, el sufrimiento, el malestar y cuál es la vía que podemos elegir para encontrar el goce, el disfrute, el placer de una vivencia que permanentemente nos remite a nuestra primer matriz de aprendizaje...Aquí estamos...lanzados a transformar algo del mundo en este pedazo de vida...la Educación...
“El instinto de saber no puede contarse entre los componentes instintivos elementales ni colocarse exclusivamente bajo el dominio de la sexualidad. Su actividad corresponde, por un lado, a una aprehensión sublimada, y por otro, actúa con la energía del placer de contemplación. Sus relaciones con la vida sexual son, sin embargo, especialmente importantes, pues el psicoanálisis nos ha enseñado que el instinto de saber infantil es atraído –y hasta quizá despertado- por los problemas sexuales en edad sorprendentemente temprana y con insospechada intensidad.”
Sigmund Freud
Desarrollo
La idea es empezar a pensar desde una Pedagogía que atienda la constitución subjetiva y no solo la capacidad escolar de adquisición del conocimiento.
Claro está que distintas teorías de la Educación se van superando en propuestas pedagógicas; que sin embargo no pueden explicar los procesos subjetivos, los “sentidos” o los “sin sentidos de la práctica escolar”, tampoco tienen nada para decir acerca de las pulsiones, el “acting”, los actos inconscientes o la sexualidad que atraviesan a los sujetos pedagógicos.
No necesitamos la Clínica en la Escuela, pero si urgen herramientas del Psicoanálisis que nutran y alerten a la Pedagogía, tenemos que poder saber quienes son los sujetos que educamos; si socialmente y culturalmente el dolor y el malestar no pueden advertirse, nosotros desde la Pedagogía en la Escuela tenemos que poder mostrar y denunciar otra cosa.
Cuando los maestros nos dicen “agotamos todas las estrategias”, “con estos alumnos ya no se puede nada más” el Psicoanálisis tiene siempre algo para decir, y es que ahí donde está el sufrimiento la palabra sigue provocando cauces y horizontes que posibilitan márgenes alternativos de pensamiento.
Se trata en este sentido de poder trascender el legado pedagógico que responde al estudio de la enseñanza y el aprendizaje (sea conocimiento dirigido o construido). Ya distintas épocas socio-históricas y políticas han dado cuenta de menores o mayores modas pedagógicas que fundamentalmente han innovado en reestructuraciones curriculares y propuestas didácticas, que no dejan de ser prometedoras, pero que sin embargo olvidan que: los intereses, motivaciones, saberes significativos, integración de contenidos entre otros, están ligados a una disposición a “aprehender” ligada fundamentalmente al “deseo”.
Entonces si la desidia nos invade tendremos que inevitablemente repensar los abordajes pedagógicos que hasta el momento hegemonizaron el escenario educativo; porque la lectura actual de la realidad educativa refleja que nos hemos vaciado de sentidos y que los bancos empiezan a albergar cuerpos que necesitan moverse y rostros que piden a gritos la palabra, esos son nuestros “sujetos pedagógicos” o el nombre que quieran adjudicarles a seres que están vivos o muertos y que están produciendo subjetividad, esperando algo...y tantas veces pasan allí su tiempo escolar y social inadvertidos...
En palabras de Ignacio Lewkowicz:
La pregunta que se presenta es un poco inquietante: ¿Cómo tejer subjetividad cuando las instituciones ya no tienen potencia para instituir lo que suponen?.
A lo que responde:
...tenemos un problema: a las instituciones ya no llega la subjetividad pertinente para habitarlas.
Rescribo palabras de este autor desde una profunda identificación con lo que pretendo plantear:
La metáfora del galpón nos permite nombrar lo que queda cuando no hay institución: una aglomeración de materia humana sin una tarea compartida, sin una significación colectiva, sin una subjetividad capaz común. .
Desde esta problematización considero que el Psicoanálisis puede generar movimientos que den cuenta de algunos andamios disponibles para poder producir subjetividad, la tarea no es sencilla ya que cuando de cuerpo y de palabra se trata las justificaciones suelen perderse entre las tantas demandas institucionales, pero bien, “el galpón” es una alarma, entonces es hora de dejar de controlar el deseo, el cuerpo, la pulsión y la sexualidad, es momento de tomarlo todo y empezar a construir desde lo que pasa con ello para recién acordar que hacemos con la indisciplina, la violencia y la desmotivación manifiestas en la Escuela.
La distancia en momentos parece ser inconmensurable (casos de las Instituciones de Ushuaia como algunos de los ejemplos) entre quienes abordan los procesos psicopedagógicos (Profesionales del Area de Psicopedagogía) de los sujetos escolares y quienes están frente a ellos (Docentes), estos últimos planteando que: “estamos para enseñar, para transmitir conocimientos y no para oficiar de Psicólogos o Asistentes Sociales”.
Entonces aquí nos encontramos ante la Problematización: ¿Para qué la Pedagogía?, La Pedagogía cuya ciencia tiene como objeto de estudio a la Educación está en plena metamorfosis, porque ya no bastan sus funciones prescriptivas, sino un profundo movimiento que incluya al Psicoanálisis como herramienta de reflexión y análisis constantes.
Y el recorrido es arduo cuando se les propone a los Docentes un Taller de Formación personal, donde necesariamente tienen que implicarse desde el cuerpo y la expresión, allí es cuando los cuerpos callan, se niegan al movimiento o simplemente desaparecen, allí es cuando se comprende porque tantos niños se identifican con las viñetas de Tonucci...Un sujeto escolar pasivo en un banco que saca raíces por debajo...y desde la observación de la viñeta todas las conjeturas que podamos discutir...
Es momento de estudiar otros lenguajes, es momento de estudiar otros sujetos, entonces aunque exista resistencia se aproxima un emergente y es que son los Maestros los que deben empezar a interiorizar algunos conceptos del Psicoanálisis:

“Si el Psicoanálisis ha de constituirse como Ciencia del inconsciente convendría partir de que el inconsciente está estructurado como un lenguaje.
De ello he deducido una topología cuyo fin es dar cuenta de la constitución del Sujeto.”
Jacques Lacan

Es momento de estudiar esta constitución de Sujeto, no quiere decir convertir a los Docentes en especialistas, pero sí introducir matices del pensamiento que movilicen algo de lo que está sucediendo.
Por otro lado después de pensar razones del fracaso escolar, la estigmatización, la ausencia de miradas, la carencia de vínculos nos preguntamos: ¿Y los docentes?. ¿Pensó la Pedagogía que los enseñantes además de ser transmisores de conocimiento se constituyen subjetivamente?. Las Carpetas psiquiátricas en Fiscalización sanitaria se duplican y el malestar docente se expresa en todas sus formas...
¿Hacia dónde vamos?, una Escuela que se ha quedado sin Normas, ni Reglas, casi puede escucharse: “sin autoridad”. La Escuela se ha quedado sin Ley porque la República soñada se ha quedado sin Estado, nos hemos quedado sin Padre, no hay interdicción porque tampoco hay diferenciación, una crisis sistémica que trasciende el núcleo familiar, la Escuela, la Segmentación Social, una crisis que es mayor, porque lo que está faltando es una Política de Estado que empiece a mirar a todos los niños y adolescentes que están en graves niveles de riesgo socio-psíquico-cultural y a todos los Adultos que quedan en los bordes de la indignidad.
No podemos seguir esperando, porque cuando el Estado está ausente la Escuela debe poder asumir un lugar político en el sentido de lo público, esto es: necesariamente nuestra función traspasa el deber de enseñar y/o transmitir, y la Pedagogía deberá ampliar su visión, llámese Pedagogía Social o la que quieran bautizar, el punto es que las teorías de enseñanza y aprendizaje ya quedaron sin respuesta...Habrá que reciclarlas o hacerlas de nuevo y aquí el Psicoanálisis tiene mucho por augurar. Uno de los puntos fundamentales para introducir en el Campo de estudio de la Pedagogía es referirnos a un cuerpo inmovilizado, reprimido, controlado, negado...

“¿De qué cuerpo habla el Psicoanálisis?. En principio, de un cuerpo que habla, o cuerpo hablado, al menos de un cuerpo que habrá de manifestarse deviniendo la palabra. Se trata del cuerpo como producción de una legalidad metafórica, en tanto solo se hace presente a partir de encarnar como síntoma, como estructura de lenguaje, como articulación gramatical. Cuerpo de las pulsiones siempre sometidas a representantes psíquicos. Cuerpo de la pulsión, sí, pero mientras hable. Es un cuerpo saturado de sexualidad. Sexualidad infantil e incestuosa, capítulo censurado de la historia de un sujeto.”
Ana María Fernández
Y es que la pregunta fundante es: ¿Dónde van los sujetos cuya única oportunidad cultural es la Escuela?. Dentro de la oportunidad cultural la Escuela debe inclinarse (clínicamente desde algunos soportes que aborden el empobrecimiento psíquico de los sujetos) hacia una escucha que traspase los denominados “saberes previos” y la acumulación del “capital cultural”: esto es una escucha que retorne hacia los referentes psíquicos posibles que constituyen a los sujetos.
Entonces:
¿Cuáles son los motivos por los que los sujetos no aprenden?,
¿Dónde está el problema del fracaso escolar?,
¿Qué hay de la repitencia, la deserción escolar y el desgranamiento educativo?. Entre algunas cuestiones a tratar en el campo de la Docencia es interesante implicarse con la constitución subjetiva, los mecanismos de sublimación y los modos singulares del aprendizaje:

“La pulsión de saber incita a la creación de teorías sexuales infantiles, mediante las cuales el niño pretende dar respuesta a la causa de sí mismo, del sufrimiento, del deseo”.

“Las fantasías originarias sitúan los puntos de anclaje de la fantasmatización primordial: redes de sentido que definen al sujeto en gestación respecto de los objetos, fijando escénica y argumentalmente modalidades de relaciones. Las fantasías originarias definen el territorio de las posibilidades imaginantes y aseguran la propia presencia de lo simbólico”
Luis Hornstein

La focalización de la enseñanza-aprendizaje puede nutrirse desde el Psicoanálisis. Su implicación con el síntoma podrá brindar una justificación analítica con otros niveles de profundidad acerca de las dificultades observadas en los procesos cognitivos.
La Escuela ya ha demostrado que “el fracaso” más que en los sujetos que escolarmente se encuentran limitados, está en advertir que desde los abordajes se ven solamente “signos” en los obstáculos que hacen al proceso de aprendizaje. Justamente habilitando espacios para ver ese “otro” como significante y brindar el permiso para que los sujetos puedan escucharse a sí mismos desde ese “otro” del que sí pueden hablar, existirán caminos más saludables para explicar y provocar alternativas a aquellos dispositivos que no terminan de posibilitar la asimilación del conocimiento escolar.
Ya quedan atrás las distintas superaciones que ha podido fundar el Constructivismo en relación al Conductismo, así también todas aquellas innovaciones que el Cognitivismo actual ha podido reformular acerca del Asociacionismo ortodoxo.
El Psicoanálisis lejos de ser simplemente un aporte para la Educación, debe constituirse en un cuerpo de conocimientos que sostenga y estructure a la Pedagogía desde los límites que ya están visibles desde hace tiempo.

Por otro lado los Docentes tienen un gran desafío en cuanto a una nueva concepción de aprendizaje que concibe justamente al Sujeto, el Sujeto del Psicoanálisis.
En palabras de Clemencia Baraldi:
“Aprender...es un proceso que en tal caso no tiene que ver con la voluntad sino con el deseo que puede sostenerlo.
Y que no tiene que ver con la memoria, sino con la capacidad de olvidar, en tanto el olvido es lo que genera la sustitución, y solo aquel que después de olvidar lo que otro enseñó se sorprende diciendo con sus propias palabras lo que de esta enseñanza pudo inscribirse; solo aquél que no repite al pie de la letra lo que escuchó; sólo aquel que puede subjetivar una enseñanza, será quien, en tanto transite por el camino del saber, estará aprendiendo.”
Vale la pena entonces la interpelación entre quienes asumimos el compromiso de educar, porque los sectores más olvidados están quedando en los bordes, y hasta en numerosas ocasiones quedan al vacío, porque aquí no se trata de un análisis global simplemente; estamos ante un: “proceso de deprivación simbólica que se está produciendo en los niños “desahuciados de la cultura hegemónica” que al decir de Inés Rosbaco se han transformado en niños pensados sin proyecto no solo por la sociedad sino por sus propios referentes libidinales”.
De pronto esta Escuela que tradicionalmente se fijó el objetivo de ser transmisora de conocimiento para “formar ciudadanía” y luego se propuso transmitir saberes para el fomento del “capital humano” y la “movilidad social”; debe posicionarse ante nuestra realidad educativa actual como “el primer organizador social (Schlemenson,1996) para el niño” . Para que la escuela tenga sentido: la Pedagogía tendrá que fijar en la base de toda discusión y construcción curricular que el contenido estructural y transversal es el proyecto identificatorio que pueda constituirse a partir de las identificaciones familiares y sociales de los sujetos.
Conclusión

“En las fantasías originarias convergen estructura y función, ya que en ellas se presenta aquello que da origen al sujeto mismo. Se advierte hasta que punto es lícito decir no sólo que están enraizadas en lo simbólico, sino que reflejan-valiéndose de un escenario imaginario que pretende representarlo-cómo lo simbólico más radicalmente fundacional se inserta en lo corporal”

Si pudiéramos iniciar puentes para habilitar otros lenguajes, podríamos acercarnos al Sujeto del Psicoanálisis. Si la Escuela es fundante en la constitución de los sujetos sociales: ¿Cómo trabajamos para democratizarla desde las condiciones de posibilidad de los sujetos?, ¿De qué modo se podrá implementar la violencia secundaria para la constitución de sujetos sociales sin llegar a instancias extremas?, ¿Qué hacemos con una formación docente que se encuentra limitada ante sus herramientas y desde lo inconsciente reproduce hegemónicamente la desigualdad?. En palabras de Inés Rosbaco:
“La propuesta radica, entonces, en realizar un abordaje a la institución-establecimiento creando dispositivos que faciliten la circulación de la palabra para trabajar el sentido de lo dicho y actuado”.

Bibliografía

BARALDI, C. “De la Psicopedagogía al Psicoanálisis”. ¿Saber sobre el sujeto o el sujeto del saber?.
BARBAGELATA, N. “Sublimación y elevación”.
BUGACOFF, A y otros. “Superyó y filiación. Destinos de la transmisión”. Laborde Editor. Rosario. 2000.
FOLLARI, R. “Psicoanálisis y Sociedad: crítica del dispositivo pedagógico”. Lugar Editorial. Buenos Aires.1997.
FERNÁNDEZ, A. “Instituciones Estalladas”. Editorial Universitaria de Buenos Aires. Secretaría de Cultura. Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires. 2001.
FREUD,S. “Tres Ensayos para una teoría sexual”. Tomo IX. Pág 1207. Obras Completas de Sigmund Freud. Traducción y Composición Biblioteca Nueva, España. Editorial Losada, Buenos Aires.1997.
FREUD,S. “Observaciones sobre el amor de transferencia”.
FRIGERIO, G. DIKER, G (Comps). “Educar: ese acto político”. Ed. Del Estante. Buenos Aires.2005.
HORNSTEIN, L. “Cura Psicoanalítica y Sublimación”. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires. 1988.
LACAN, J. Seminario 11. “Los cuatro conceptos del Psicoanálisis”. Cap. XVI. El sujeto y el otro: la alineación. Editions du Seuil. París. 1973.
LEWKOWICZ, Ignacio. Cap.6: Entre la Institución y la Destitución, ¿Qué es la Infancia? en “Pedagogía del Aburrido”. Paidós. Buenos Aires. 2004.
ROSBACO, I. “El desnutrido escolar”. Dificultades de aprendizaje en los niños de contextos de pobreza urbana. Homo Sapiens. Ediciones. Rosario.2000.
SCHLMENSON, S. “Cuando el aprendizaje es un problema”. Miño y Dávila. Ed. 2003.

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